jueves, 1 de septiembre de 2011

Labios Cosidos (Fragmento)


     Las garras de la sociedad trituran la mente del rico hasta llevarlo a ensuciar las calles. La sociedad se queja de su suciedad en las calles, bolsas de incaparina y cáscara de papa verde, algunos sacan cincel para despegar su mugre, pero la mayoría se va a los lugares que aplastan la tierra natural aún cuando nos ofrecen manjares, manjares que el propio rico no come. Los negros de los Estados gritaban para no ser aplastados, el café con leche no puede gritar, con la boca llena de basura y los labios cosidos, la cara deshecha hasta que sólo el cascarón dejaban, con la camisa llena de sangre, sangre que la propia gente intentaba sacar, sacar sin su piedra, la piedra perdida en la cochinada. El rico sabe descoser pantalones, el rico sabe descoser labios, el rico sabe gritar, el rico no grita mas que para quejarse de la mugre en sus zapatos. Con boca descosida se grita, se canta. Que el rico limpie su puta cochinada antes de salir, salir a los pinches lugares con servicio de limpieza, lugares que aplastan.

 Los labios cosidos repiten, limpie su cochinada antes de salir. Gracias.

martes, 30 de agosto de 2011

Welcome to the Herd

    Desde muy joven admiré a los caricaturistas que cada semana ponían un nuevo episodio de mis dichosas caricaturas en mi caja idotizadora Gendy Tartakovsky y Craig McCraken, sobre todo. Quizás los recuerden de series como Las Chicas Superpoderosas, El Laboratorio de Dexter y Mansión Foster para Amigos Imaginarios. Ésta última fué la última caricatura que me digné a ver, simplemente me aburría con otras caricaturas, y hasta hace unos días me dí cuenta de por qué. Todas las series de caricaturas actuales son fabricadores comerciales de zombies llenas de clichés molestos, series constituidas más que todo por Fillers.

    Hace poco me enteré de quien era la mente maestra detras de todas estas caricaturas de mi niñez, la esposa de Craig McCraken (animador de Las Chicas Superpoderosas), Lauren Faust. Uno de sus últimos trabajos fué la producción de la nueva serie de caricaturas: Mi Pequeño Pony: La Magia de la Amistad, la cual, afortunadamente, tuve la suerte de ver hace poco.


    Yo mismo de asusté. ¿Podía esta caricatura, que a primera vista es al cien por ciento un vehículo de comercialización de juguetes, tener personajes atrapantes, buena animación, y una actuación y libreto brillantes?
    La respuesta es sí.

    Los personajes en esta caricatura tienen algo que ningúna otra serie actual posee: Tridimencionalidad. Podemos ver a personajes pasando por conflicos internos, a diferencia de las series actuales que apenas tienen el cliché de "me gusta ella pero yo no le gusto". Estos personajes se enfrentan a dilemas como la falta de autoestima, miedo al fracaso, introversión...

Esta serie tiene una chispa, una chispa que no he visto desde hace más de 4 años. Ironicamente, es una de esas series para niños que puede ser disfrutada a cualquier edad, que sea orientada a niñas de 4-10 años no significa que esa chispa desaparezca. Me siento orgulloso de haber disfrutado esta serie. Si un mísero caballo miniatura vence a Phineas y Ferb en cuestión de profundidad, entonces puedes darte cuenta que de verdad las caricaturas actuales tienen un nivel muy bajo. El Gigante de Hierro es un hito en la animación y Samurai Jack es una obra artística de nivel altísimo, Mi Pequeño Pony no será una obra mestra, pero es definitivamente lo mejor de estos últimos 5 años en el mundo de la animación.

¿Mi recomendación? Miralo si tienes 15-20 años y quieres revivir tu infancia, no te arrepentirás.

lunes, 22 de agosto de 2011

Proyectos viejos

    Bueno, como que por fin hacía ésto. ¿No?
    Ya llevaba varios meses postergando mi blog, y con meses me refiero a años. El primero blog que leí fué el de mi amiga Dalia. ¿Podría decirse que fué un ejemplo a seguir? Sí, creo que sí.

    ¿Han visto unos de esos diarios personales llenos de recortes, fotos, plumas, notitas, y demás cursilerías? Yo sí, y no solo eso, planeo hacer uno. Por qué, se preguntará el lector. Lo usaré simplemente para filosofar, un pequeño hobbie que aborrecía hasta hace poco. Mil preguntas podría preguntar en este blog, mas ninguna estaría bien formulada si no me siento en mi sillón de filosofar. Mentira, no tengo un sillón de fiolsofar, pero si tuviera, seguramente tendría un enorme portavasos.

    Estos últimos dos meses de clase terminan con un proyecto que vale un tercio de mi nota. Cuando oí que éste sería una narración, entré en pánico. Pero, no sé, ahora que lo pienso bien planeo escribir desde hoy. Y cuando me refiero a hoy me refiero a:


Bueno, con esto me despido, fiel lector.
-Marto

Acerca del Autor

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Guatemala, 16 años, estudiante de bachillerato, gordo. ¿Algo más que decir?